sábado, 13 de abril de 2013

El sistema



Fue una noche de primavera aún invernal. Aquella primavera de 2013 se hacía esperar como una una novia en el altar. En casa de Lola iban llegando los autores con la dosificación habitual, primero los puntuales, luego los tardones, como un servidor. Íbamos escogiendo un lugar en el enorme espacio diáfano que Lola había convertido en su hogar. Algunos no estuvieron; había agendas apretadas y había protestas por las reglas de los anfitriones. Las reglas de Lola eran, quien lo duda, las más severas  y solo los escogidos y los aguerridos tenían el coraje y el tesón de intentar cumplirlas hasta conseguir postularse como miembros de aquel selecto club que era una tertulia en casa de Lola.



El tema era “El sistema”. Hablamos sobre la monarquía, muchos éramos republicanos. Algunos nos abstuvimos de anotarlo. Aquella primavera de 2013, que casi parecía de invierno, las aguas políticas del país corrían turbias. Había escándalos y noticias de corrupción con cada periódico del desayuno. Había crispación, y pocas ganas de callarse. No nos había tocado un buen año para soportar las inclemencias del clima, político.



Hablamos de hombres, esos hombres, y yo hablé de mis chicos. Hablé de rencores y de venganzas. ¿Es eso parte de la educación? ¿Es lo mejor usar nuestro poder o dejar que las cosas pasen? No recuerdo si me mostré a favor o no a favor. El vino, ese vino afrutado tan rico que trajo José Ignacio, me hace recordar algunas cosas peor que otras.



Un poeta joven habló de escritores asesinos. Todos los escritores lo son, alguna vez, en su mundo de sombras. Pero él estaba estudiando a los que habían sido en el otro mundo, en el físico. Alguien le sugirió que siguiera con el estudio pero relacionando los dos mundos.



Shan está escribiendo, e ilustrando, un libro con las tensiones del mundo editorial que pone fechas límite a la imaginación y plazos.



Las fotos
El filtro usado con las fotos es Autopainter.

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